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Octubre es el mes destinado a sensibilizar y educar a las personas sobre esta enfermedad que puede tener un buen pronóstico si se detecta y trata de manera precoz. 

Según la Organización Panamericana de la Salud, el cáncer de mama es el más común y la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres de América Latina y el Caribe. Cada año, casi 500 mil pacientes son diagnosticadas con esta patología que tiene consecuencias fatales para aproximadamente 100 mil de ellas. Los expertos prevén que, si se mantiene la tendencia actual, estas cifras aumentarán dentro de los próximos 10 años

La buena noticia es que su probabilidad de cura supera el 95% si se descubre en una etapa temprana. “Lo más importante es la prevención”, afirma la Dra. Esther Rodríguez, oncóloga de Clínica Biobío, siendo la mamografía uno de los exámenes más efectivos para pesquisar precozmente este tipo de cáncer.

“El cáncer de mama ocurre cuando las células del tejido mamario comienzan a dividirse sin control y se acumulan formando un bulto o tumor. Estas células se pueden trasladar, a través del sistema linfático y el torrente sanguíneo, hacia otros órganos del cuerpo generando metástasis”, explica la Dra. Rodríguez. Por eso, uno de los signos de alerta más frecuente es palpar una masa en el seno y/o en la axila. 

Otros síntomas frente a los cuales se debe estar atenta son los siguientes:

• Cambios en el tamaño, forma, textura de la piel o color de la mama.

• Dolor o molestia en un pecho o ambos.

• Retracción, desplazamiento hacia un lado, cambio en la dirección o secreción en el pezón.

Según comenta la oncóloga, no existe una forma de evitar esta enfermedad. Es por eso que sus principales consejos de prevención son:

• Llevar una vida saludable: Hacer ejercicio regularmente, mantener una dieta equilibrada y dejar el consumo de alcohol y tabaco.

• Realizar controles médicos y exámenes que puedan ayudar a detectar a tiempo un cáncer de mama, donde la mamografía es fundamental. 

“Se recomienda a todas las mujeres mayores de 40 años, o desde los 35 si cuentan con antecedentes familiares, hacerse una mamografía al año. Y, a partir de los 30, una buena forma de autoexaminarse es palpar las mamas para ver si sienten alguna protuberancia o anomalía”, finaliza la Dra. Rodríguez.