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La mejor forma de prevenir este tipo de accidentes en niños y adolescentes, es protegerlos del peligro en múltiples frentes, donde la vigilancia permanente es uno de los más importantes.

Se estima que el 86% de los casos de asfixia por inmersión, también conocida como ahogamiento, se produce en piscinas que se tienen en casa. En Chile, es la primera causa de muerte por lesión no intencionada en el grupo de niños de 1 a 4 años de edad.

Para evitar este tipo de situaciones, el Dr. Fernando Valenzuela, pediatra y neonatólogo de Clínica Biobío, entrega las siguientes recomendaciones:

1. No quitarle los ojos de encima a los niños ni un segundo cuando estén en el agua.

2. Recordar la máxima 10/20: Consiste en observar cada 10 segundos a los pequeños en la piscina y no tardar más de 20 en llegar a ellos, en casos de riesgos.

3. Cero distracciones: Algo tan sencillo como contestar el teléfono o abrir una puerta, puede tener como consecuencia el ahogamiento de un menor.

4. Barreras de protección: La mejor forma de evitar accidentes en la piscina cuando no estás presente es cercarla. Instalar un cerco perimetral lo bastante alto para que un niño no pueda saltarlo, ni meterse por abajo o escalarlo. En lo posible, con cierre automático de la puerta y con pestillo. Así, se reduce en un 95% la muerte por inmersión.

5. Que los niños sepan nadar: Es uno de los mecanismos más eficientes para evitar ahogamientos. Se pueden iniciar las clases a partir del primer año de edad.

6. Cuidado con la falsa sensación de seguridad: Alitas, flotadores, tablas y otros elementos flotantes, pueden darnos una idea equivocada de protección. Estos son solo una ayuda y no reemplazan la vigilancia constante de un adulto.

7. Atención con la temperatura del agua: Cuando la del cuerpo está muy alta y la de la piscina muy fría, se puede producir pérdida de conocimiento o un paro cardíaco. Para evitarlo, es bueno refrescarse poco a poco, mojándose partes del cuerpo para que vayan acostumbrándose a la temperatura del agua.

8. No dejar objetos en la piscina: Es imprescindible no dejar juguetes dentro ni junto a la piscina. Estos podrían llamar la atención de los niños, cuando no estén dentro de nuestro alcance, y caerse al tratar de alcanzarlos.