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La ventaja de este procedimiento es que se trata de una intervención quirúrgica que no requiere de una estadía prolongada en la clínica, tiene un postoperatorio breve y rápida recuperación. 

El Dr. Pablo Rojas, uno de nuestro especialistas en Otorrinolaringología, señala que las amígdalas son dos estructuras que están ubicadas en el fondo de la garganta y que pertenecen al sistema defensivo. “A veces más que amígalas son enemígdalas, todo depende de cómo se estén comportando”, enfatiza. 

El profesional recalca que la recomendación es removerlas cuando se infectan con mucha frecuencia, cuando el dolor es muy intenso o cuando son muy grandes y cuesta respirar. Sin embargo, hay otros criterios que son más relativos, como cuando hay mal olor bucal. En este caso, se forman cálculos en los orificios que tienen las amígdalas y también es recomendable removerlas. 

Cuando son amigdalitis infecciosas, hay que estar atento a los siguientes síntomas: 

-          Cuadros febriles. 

-          Dolor de garganta. 

-          Ganglios inflamados. 

-          Amígdalas grandes que dificultan la respiración. 

-          Abscesos periamigdalinos (en algunos casos). 

“Cuando una persona tiene muchas infecciones seguidas en el tiempo, tiene estos síntomas, tiende que recurrir a antibióticos y faltar a clases o al trabajo por las molestias en la garganta, se recomienda la cirugía”, indica el especialista. 

El doctor Rojas expresa que esta es una de las intervenciones más frecuentes en los niños y una de las más rápidas de realizar. “En la clínica tenemos el Centro de Cirugía Ambulatoria que está muy bien implementado para realizar procedimientos de corta estadía (menos de 24 horas). Además, está la posibilidad de que, si los papás acompañen a los niños desde que llegan hasta el postoperatorio si se realizan una PCR”, agrega. 

Cabe señalar, que esta es una cirugía que no requiere hospitalización, ya que dura aproximadamente media hora. “Los pacientes son operados en la mañana y en la tarde se pueden ir a sus casas”, comenta el especialista. 

Por otro lado, respecto a la dieta, el otorrinolaringólogo recomienda que lo óptimo es que los adultos se inclinen por un régimen hipocalórico, ya que muchas veces el motivo del procedimiento son los ronquidos, los que están asociados a sobre peso. En el caso de los niños, el consejo es otro, ya que se indica mantener una dieta liviana, con papillas para que puedan deglutir sin problemas. 

También es importante señalar, que el reposo indicado para este tipo de procedimientos es entre 10 a 15 días. “No hay una época del año ideal para realizarse esta operación, sin embargo, pueden ir acomodándola de acuerdo a la disponibilidad y vacaciones por efectos prácticos.”, finaliza.