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De acuerdo a la especialista en Medicina Interna, la Dra. María Alejandra Ortega, esta patología va en alza global por la gran prevalencia de hábitos nocivos y obesidad. 

Es importante señalar que según la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2016-17, más del 12% de la población mayor de 15 años en Chile tiene diabetes mellitus, afección crónica de la que existen los tipos 1 (DM1) y 2 (DM2). 

En efecto, aunque la DM1 es insulinodependiente y suele darse en la adolescencia, en la DM2 que no es insulinodependiente está la mayor preocupación de la concientización. 

“La razón de la alerta e incremento es que la DM2 se relaciona con los hábitos de mala alimentación, falta de ejercicio físico y obesidad”, comenta la Dra. María Alejandra Ortega, médica internista y jefa del Servicio Médico Quirúrgico de Clínica Biobío.  

Además, la profesional recalca que el peligro comienza en la infancia y adolescencia,  empezando a generar daño que se acumula y conduce a la aparición precoz de factores de riesgo y enfermedades crónicas no transmisibles como la DM2, obesidad e hipertensión. “Ahora cada vez se diagnostica en personas más jóvenes y hay pacientes diagnosticados antes de los 30 años”, señala. 

Al respecto, la Dra. Ortega aclara que en el desarrollo de la DM2 influyen varios factores que se combinan; hay unos inevitables como predisposición genética o la edad y otros son modificables como los hábitos. Sin embargo, enfatiza en que el sobrepeso y la obesidad son los más incidentes en el desarrollo de esta enfermedad, ya que causan daño orgánico y exacerban el riesgo de gatillar esta patología. 

“Tener DM2 causa impactos a nivel individual, familiar, económico y social. Esto, por el alto costo personal y público de su tratamiento y control, y también de sus consecuencias que se asocian a discapacidad, pérdida de años de vida saludable y muerte prematura”, apunta. 

Es por eso que para poder prevenir el desarrollo de la diabetes, la profesional recomienda fomentar estilos saludables desde la niñez y generar cambios conductuales beneficiosos.  

Por otro lado, expresa lo esencial del diagnóstico oportuno y temprano de esta patología, ya que se puede controlar asistiendo a chequeos médicos, tomando medicamentos, haciéndose el examen de glicemia, alimentándose bien y realizando actividad física, pero que esta “no tiene cura”. “Cuando se manifiesta en síntomas como sed o micción excesiva suele estar avanzada”, finaliza.